Puerto de la Cruz – 1964.
Avenida de Colón.
[Fotografía en blanco y negro restaurada y coloreada].
Pasear desde la ermita de San Telmo hasta el hotel Oro Negro, recorriendo la amplia acera de la Avenida de Colón, era un verdadero placer para los sentidos. Las losetas de colores bajo nuestros pies y los parterres repletos de adelfas en flor acompañaban cada paso, mientras el mar brillaba a nuestro lado. Si la marea estaba baja, el aroma salino del bajío se mezclaba con la brisa marina, creando una experiencia que invitaba a detenerse y contemplar la belleza del entorno. [Fotografía B/N autor anónimo].